México

¡Qué bien me suena hoy esa palabra: Mé-xi-co!

Aunque, desde que tengo uso de razón, han intentado transmitirme cariño hacia ese país nunca he sentido que tuviera de allí algo más aparte de una 'garganta a prueba de bombas' y un segundo pasaporte (caducado). Ni siquiera las veces que he ido he sentido demasiada 'emoción' o sí, pero la rebeldía que me caracterizó durante un tiempo (supongo que todos hemos pasado por lo mismo) no me dejaba mostrar mi emoción. Los años han ido pasando, y esa 'rebeldía' se ha ido curando con la edad.
Hace poco conocí a una persona encantadora que había estudiado allí y, nunca imaginé que pudiera gustarme tanto hablar de aquel país, del DF, de la comida (como no... jajajajaja) y sentí que me trasladaba. Empecé a recordar todo: colores, olores, palabras... y me dí cuenta que una parte de mí nunca se había movido de allí y si, lo había hecho, acababa de volver justo en ese momento para quedarse.
¡Cuál ha sido mi sorpresa! cuando hoy ha aparecido un documental del DF y no he podido contener mi alegría ni evitar emocionarme cuando apareció el 'Cementerio español' donde está una de las personas que más he admirado durante mi vida sin llegar a tener la suerte de conocerla: mi bisabuela... Una mujer valiente, que un buen día decide salir de su pueblo y embarcarse sola, con todos sus hijos para reencontrarse con su marido... y cuál fue su sorpesa que se vio sola, en un país extraño (para ellos era como ir a Marte) y sin marido... y, en lugar de lamentarse por lo que había hecho, se puso manos a la obra y sacó a todos sus hijos adelante... Creo que cada día que pasa la admiro más...
Ahora siento que un trozo de mi corazón está allí... Y creo que es el momento de volver. Necesito reencontarme con ese país y verlo con otros ojos, con mis nuevos ojos (no... todavía no me he operado... sigo siendo cegatona :P) Sería como mi primera vez...